Reflexión sobre el amor y la confianza, por Senix Saulo

4 sept 2012

Reflexionado un poco sobre las relaciones de Machos y hembras, me doy cuenta que como en cualquier otro tipo de relación entre Hombre y mujer, el elemento central de la misma es el amor.

En una relación Patriarcal y Machista, el amor del Hombre por su mujer lo hace asumir las responsabilidades de dominarla, guiarla, cuidarla y protegerla como su más preciada posesión. Como un bien invaluable. Para la mujer significa que ese amor que siente por su Macho se expresará en sumisión, obediencia, servilismo, lealtad y fidelidad completos.

Pero finalmente el lazo fundamental que los une es el amor, que permite que cada uno amando al otro asuma su papel y su lugar. Cuando el amor no esta de por medio, la relación puede reducirse a sexo, violencia concensuada, dominación u obediencia, pero no al deseo de ser y hacer lo mejor por el otro desde la propia posición.

El amor es afín con el mandato natural que coloca al Hombre por encima de la mujer y que le otorga a éste el derecho de dominar, mandar, guiar, imponer su voluntad. El amor no está peleado con el reconocimiento que la mujer hace de sí misma como un ser inferior, cuya tarea es el apoyo a su Macho en todos sentidos, con el fin de hacer su vida más placentera y feliz. Amar es pues, aceptar el lugar que natural y legítimamente corresponde tanto al Macho dominante como a la hembra sumisa.

Cuando el amor prevalece, aun las más grandes dificultades son superables, pero el amor debe ser real y verdadero, no un simulacro o una ficción.

El segundo elemento en una relación Macho-hembra sea la confianza, la confianza en que el otro responderá con la verdad y la confianza en que Él o ella harán lo mejor para la pareja. Para que sea mejor persona. La mujer alentando con sus actos el Machismo del Varón.

El Hombre motivando a su mujer a ser muy femenina, muy hembra. Amor y confianza son los dos pilares sobre los que se construye una relación estable y duradera. Ambos permiten que haya una buena comunicación y que cada quien cumpla con su papel asignado. Con amor y confianza, los errores pueden ser subsanados y corregidos, aun cuando de por medio esté el castigo y la disciplina.

Ella sabrá que no hay en éstas últimas afán de venganza, ni odio, ni resentimiento ni incomprensión. Y Él no abusará del poder que tiene sobre ella. Puede incluso ser duro, pero no sobrepasará los límites de lo sano y lo saludable. 

Así que uno de los factores a desarrollar desde el principio de una relación y a lo largo de todo el tiempo que dure es la confianza. Aún más, cuando una relación se deteriora y ya no funciona, permitirá una separación basada en la honestidad y la sinceridad. Quizá sea imposible evitar del dolor y el sufrimiento, pero seguramente los hará más manejables y eventualmente superables. Quizá porque en una relación Patriarcal y Machista no hay igualdad, sino la natural diferencia que coloca al Hombre por encima de la mujer, la confianza se vuelva un factor más importante, "clave" que en una relación vainilla entre supuestamente iguales.

El Hombre podrá tener confianza en que su hembra se someterá y obedecerá a su dominio, ella por su parte, tendrá la confianza en que lo que se le ordene es para bien de ella y la relación, no una arbitrariedad o abuso.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy muy nueva en esta manera de vivir una relación, pero poco a poco voy sintiendo que me he perdido de mucho y que es lo que aún sin saberlo, siempre quise y necesité.
Sumamente claro este artículo y sus conceptos. Acepto hoy, después de meditarlo íntimamente, que el hombre es superior y que a ello debo aprender a adaptarme quitando de mí aquello que hoy veo como erróneo y hasta dañino en cierta medida.
Lo que me resulta un poco difícil de incorporar todavía es el tema de los castigos, no así lo de la disciplina. Sin embargo acepto que es bastante difícil que una cosa no vaya acompañada de la otra.
Sé que soy una mujer que debe y necesita ser disciplinada en varios aspectos y, por lo tanto, creo que es cuestión de tiempo ir madurando la necesidad de recibir algún tipo de castigo cuando sea necesario corregir defectos o errores míos.

Muchas gracias por esta ayuda tan importante para las mujeres.

Mónica

Sunshine dijo...

Hola Mónica, es cierto, pero luego te darás cuenta que los castigos son necesarios para incorporar en nuestras mentes que fue aquello que tenemos que corregir, es una forma muy útil que tiene el Hombre de corregirnos para ser mejores mujeres para El. Siempre hay que recibir el castigo con humildad.

pedro soto dijo...

Totalmente de acuedo con tigo sunshine, la finalidad del castino no es la venganza sino la correccción y debe ser recibido por ustedes las mujeres con humildad y, agrego, agradecimiento

pedro soto dijo...

Totalmente de acuerdo sunchine, el castigo debe sr recibido con humildad, y agrego, con agradecimiento. El castigo no es por venganza, sino por corrección.

monica dijo...

De a poco lo voy comprendiendo, Sunshine.
Seguramente lo terminaré aceptándolo y hasta deseándolo para poder mejorar día a día.
Gracias!
mónica