¿Es la sumisa una mujer débil, frágil, sin carácter? por Senix Saulo

12 may 2012

Mucha gente supone que una mujer sumisa es una mujer débil, frágil, sin carácter, ni convicciones y menos aun fuerza. Y si es Machista entonces los calificativos que recibe son aún más agresivos y descalificadores. Pero nada de eso se corresponde con la realidad. Ser una mujer sumisa y Machista requiere, por el contrario, una gran fuerza, sólidas convicciones, y un sentido muy claro de su feminidad y su papel en el mundo. No cualquier mujer tiene esas características. Ella tiene que ser valiente, no sólo para soportar comentarios degradantes para ella (de quienes no entienden su postura), sino también para rendirse y entregarse al Hombre que espera la domine, la someta, la moldee a su antojo. La mujer entrega literalmente su vida y se abandona al control Viril. 

Y eso, no es poca cosa. Ella se pone a su disposición y se deja llevar para ser lo que él desea que ella sea en cualquier aspecto de la vida. Ella entrega el control sobre sus hábitos, costumbres, manera de vestir, maquillarse, moverse, hablar para ser lo que el Hombre desea. Y pone toda su inteligencia, sus habilidades y capacidades con el fin de servir a su Señor de la mejor manera posible. Y cuando falla, no sólo pide disculpas y perdón, sino que por propia voluntad solicita el castigo correspondiente y reconoce en el Macho decidir la forma, el lugar, la duración de su corrección. Sabe también que por duro que sea el castigo, este se le impone por su bien, para ser más y mejor mujer, compañera, apoyo.

Nada de esto lo puede hacer una mujer débil y sin carácter. Así que se equivocan quienes suponen que la sumisión es fácil para la mujer, y se equivocan aún más quienes creen que ser sumisa es solamente dulzura. la sumisión implica depender de la voluntad y el deseo de un Hombre, y si éste es verdaderamente Viril, así como podrá ser dulce, tierno y amoroso con ella, también será a veces firme. duro, contundente en la imposición de su autoridad. A veces habrá risas y alegría, pero la sumisa sabe que también habrá dolor, sufrimiento, lágrimas eventualmente. No hay pues elementos para considerar que una mujer de vocación sumisa e ideología Machista es una debilucha, sin valores, ni principios, sin fuerza interior.

Por eso, el Hombre, el verdadero Macho valora y mucho a su sumisa, la cuida y la protege, la ama y la respeta como su preciado tesoro. Y porque hace eso, también la corrige y disciplina cuando es necesario. Y ella lo permite y recibe gustosa, no por masoquista (que también puede serlo), sino porque ver en una bofetada o una nalgada, o una privación o regaño, tanto amor, atención e interés del Señor, como cuando recibe un beso o una caricia, una palabra amorosa o un regalo. 

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